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Trump asegura en Tokio que es posible un acuerdo con Irán.

El presidente de EE UU, Donald Trump, mostró este lunes en Tokio su cara más conciliadora. Tras una reunión con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha declarado posible un acuerdo nuclear con Irán y ha negado que busque un cambio de régimen en ese país. También ha tenido palabras positivas hacia el líder norcoreano, Kim Jong-un, y ha insistido en que hay “muy buenas posibilidades” de llegar a un pacto que cierre la guerra comercial con China.
Para Trump, el viaje de cuatro días a Tokio ha sido un acontecimiento feliz. La visita tenía como objetivo dar un empujón a las negociaciones comerciales que Estados Unidos mantiene con Japón -uno de sus grandes aliados pero con el que mantiene desacuerdos sobre la balanza comercial-, y los anfitriones japoneses han programado una agenda a medida de los gustos del presidente. Desde una partida de golf con Abe a un combate de sumo en el que fue el encargado de presentar los trofeos. Más, por supuesto, el honor de ser el primer mandatario extranjero que se reunía con el nuevo emperador japonés, Naruhito, tras el relevo en el trono el 1 de mayo.
La jornada comenzó con una ceremonia de bienvenida a Trump y su esposa, Melania, en el palacio imperial. En todo un símbolo de los nuevos aires que han llegado con el comienzo de la era Reiwa nipona, Naruhito y su esposa, Masako, saludaron a sus huéspedes estadounidenses directamente en inglés, sin necesidad de intérpretes. El inquilino de la Casa Blanca, por su parte, consideró “un gran honor” ser el primer líder extranjero que saludaba cara a cara a los nuevos emperadores. Esta noche, las dos parejas volverán a verse en un banquete de Estado.
El momento central de la visita llegó inmediatamente después, la reunión con Abe, en la que abordaron, entre otras cosas, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte. Japón era uno de los principales países compradores de crudo iraní y su primer ministro se plantea viajar a Teherán en una misión mediadora.
Trump pareció dar su bendición a esa visita. “Sé que el primer ministro y Japón tienen muy buena relación con Irán, así que veremos lo que ocurre”, declaró. “El primer ministro ya me ha hablado de esto y creo que a Irán le gustaría hablar. Y si les gustaría hablar, a nosotros también. Veremos qué pasa… nadie quiere ver que pasen cosas terribles, y yo menos que nadie”, agregó.
Aunque el inquilino de la Casa Blanca ha ofrecido negociaciones directas a Teherán, el gobierno iraní ha declarado que no tiene interés. La tensión entre los dos países continúa en aumento desde que Trump renegó del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní e impuso nuevas sanciones a ese país. La semana pasada, Estados Unidos envió 1.500 soldados adicionales a la zona.
Abe aseguró, por su parte, que Tokio “quiere hacer todo lo que pueda. Japón y Estados Unidos deben colaborar estrechamente para que disminuyan las tensiones en torno a Irán y no resulten en un conflicto armado”.
Acerca del otro programa nuclear que disputa Estados Unidos, el de Corea del Norte, Trump también se mostró conciliador. Aunque en las últimas semanas Corea del Norte ha llevado a cabo pruebas de artefactos de corto alcance, el presidente de EE UU subrayó que ese país no ha vuelto a lanzar misiles de largo recorrido desde hace un año y medio. “Estoy muy satisfecho de cómo está yendo”, apuntó; el líder norcoreano, Kim Jong-un, “busca crear un país fuerte económicamente… Busca desarrollarlo y sabe que con armamento nuclear eso no va a ocurrir”.
Trump aludió a un tercer tema espinoso, el de la guerra tecnológica y comercial en la que están inmersos su país y China. “Creo que dentro de un tiempo China y Estados Unidos llegarán a un acuerdo comercial formidable, y tenemos muchas ganas de que llegue ese momento”, aseguró. Pekín, por contra, reaccionó de manera menos entusiasta. En la rueda de prensa diaria del Ministerio de Exteriores, el portavoz de este departamento Lu Kang insistió en que cualquier negociación con Washington debe de estar basada en el “respeto mutuo”.
En la relación EE UU- Japón, las diferencias comerciales continúan. No habrá un acuerdo inmediato; es algo que Trump había reconocido en un tuit el fin de semana que tendrá que esperar a las elecciones legislativas de julio en el país oriental. Pero ambos mandatarios acordaron que sus delegaciones ministeriales aceleren esas conversaciones.
Trump aspira a reducir el déficit en la balanza comercial, desfavorable para Estados Unidos en casi 53.000 millones de euros, y conseguir un mayor acceso para los productos de su país al mercado japonés en sectores como el trigo o la carne de cerdo y vacuno; Tokio ha aumentado sus importaciones de esos productos de mercados como el australiano o el neozelandés gracias al acuerdo de alianza transpacífica (TPP), del que Estados Unidos salió con la llegada al poder de Trump. En esas negociaciones, Japón aspira a que Washington reduzca los aranceles a sus productos industriales, especialmente los automóviles. (Fuente: El País).