El Tricolor ya está en Dallas para enfrentar a Ecuador
Dallas.- Atrás quedó Atlanta, el Tricolor comenzó vaivén en suelo estadounidense.
Dallas fue su siguiente parada, luego sigue Pasadena, Denver y un eterno recorrido al este y oeste, norte y sur del mapa norteamericano.
El vuelo del equipo azteca tuvo un retraso considerable, casi tres horas después de lo planeado, aterrizó el avión que transportó al cuadro mexicano.
Ya en tierra, el plantel abordó el autobús y de inmediato se trasladó a su lujoso cuartel en el corazón de la ciudad texana.
El sol pegó a plomo, una decena de seguidores, con gigantescas mantas, fueron pacientes para ver a sus ídolos, sin embargo, su espera fue en vano, seguridad del hotel decidió que el cuadro verde ingresara al recinto por la puerta de atrás, alejados de la gente.
El camión, sin rotulado, llegó al lugar, se estacionó en una sola maniobra y comenzó el desfile de jugadores.
Gerardo Martino, como líder de la manda, fue el primero en descender del vehículo, el “Tata” saludó tibiamente y entró al lugar.
Detrás del “Tata” aparecieron Carlos Salcedo y uno de sus jugadores predilectos, Carlos Rodríguez.
Rodolfo Pizarro y Érick Gutiérrez bajaron a la par, los canteranos Tuzos son inseparables.
Alexis Vega, Raúl Gudiño, el “Piojo” Alvarado, Jorge Sánchez y Jesús Gallardo conformaron el otro grupo de seleccionados.
Los seguidores que estuvieron presentes gritaron, sin embargo, no fueron atendidos.
El siguiente en bajar del camión fue Edson Alvarez, el volante azulcrema, tras un susto, mantuvo su lugar en la Copa Oro. Uriel Antuna fue el crucificado.
Luis Rodríguez, Hugo González y Néstor Araujo tomaron la estafeta.
César Montes, José Iván Rodríguez y Diego Reyes, tapándose la cara del astro rey, saludaron de lejos, a los presentes.
Enseguida aparecieron los más esperados, en fila, Raúl Jiménez, Guillermo Ochoa y Andrés Guardado, causaron furor.
Memo y Andrés son los actuales líderes del Tricolor, su experiencia y calidad los ponen por encima del resto.
Los esmeraldas Luis Montes y Fernando Navarro fueron los últimos jugadores en descender del vehículo.
Así, con retraso, estresados y sin contacto con la gente, al menos en su arribo, llegó el Tricolor a Dallas.
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