Una madre denuncia la discriminación de su hija con necesidades especiales de un campamento inglés
Inés es una niña de once años cuyo único problema es que tarda un poco más de lo habitual en procesar la información que recibe. Una necesidad especial que no la ha impedido ir habitualmente a campamentos de verano para divertirse con otros niños de su edad. Este año sus padres optaron por apuntarla a uno en inglés ubicado en las instalaciones de Aldeaduero (Salamanca), pero la experiencia no podía haber sido peor después de que su hija fuera discriminada y prácticamente obligada a abandonar el campamento.
La madre de Inés, Carolina Gómez, ha denunciado la situación en laCadena Ser y sopesa llevarlo a la justicia. Ha relatado que antes de apuntar a su hija a esta estancia veraniega habló con los responsables de Diverbo para asegurarse de que no habría problemas. “Soy la primera interesada en que Inés no vaya a un sitio donde no va a ser viable, fui en persona y conté cómo es Inés con detalle. Me dijeron desde el minuto uno que no había ningún problema, que era todo mediante juegos y actividades, y que lo iba a pasar fenomenal”.
Antes de empezar la aventura estival, la madre le pidió a la monitora que por favor no contara al resto de menores que Inés tenía necesidades especiales. Quería que se sintiera una niña más sin que la etiquetaran. La monitora no cumplió con su palabra y le pidió a las compañeras de habitación de la pequeña que tenían que ayudarla porque tenía “una discapacidad”.
Las otras niñas querían “disfrutar del campamento sin tener que estar con estos niños”
La niña llegó el pasado viernes al campamento al mediodía y por la noche sus padres recibieron la primera llamada alertando de que algo iba mal. Otras madres se estaban quejando porque sus hijas no querían dormir en la misma habitación que Inés. “Decían que sus hijas están en un colegio de integración, que durante todo el año tienen que convivir con niños de necesidades especiales y que cuando llegar el verano se merecen disfrutar del campamento sin tener que estar con estos niños”, comenta atónita la madre de Inés.
Carolina Gómez, al ver que esas dos niñas que eran ya amigas entre ellas en Madrid no querían dormir en el mismo cuarto que Inés, propuso a la monitora que cambiara a su hija de habitación para que durmiera con otros niños más tolerantes. Esta opción no la vieron viable desde el campamento porque estaban seguros de que se quejarían otros padres. La situación, literalmente, estaba poniendo a los responsables de la excursión “entre la espada y la pared” y solo veían dos soluciones posibles: que Inés durmiera con una monitora o que volverse a casa.
Que Inés fuera la única niña que dormía con una profesora era discriminatorio para Carolina, así que el sábado recorrieron los 350 kilómetros que separa Madrid de Aldeaduro para recoger a su hija. “Está hecha polvo, tiene la moral por los suelos. Ella piensa que la culpa es suya porque no consigue ser normal. Yo ya le he dicho que ni de broma”, lamenta la madre. La pequeña ahora tendrá que pasar estas semanas con sus abuelos en Barcelona en lugar de estar en el campamento al que acudía ilusionada.
Diverbo sostiene que ni discriminaron ni expulsaron a Inés
Diverbo, por su parte, ha compartido en Facebook un comunicado para dar su versión de los hechos. Sostienen que no han discriminado ni expulsado a la niña, que si se ha ido a casa es por decisión de la familia. Lamentan el malestar ocasionado en Inés y defienden que su objetivo es siempre “velar por el bienestar de los niños que participan en él”.
Desde la organización alegan que llevan 15 años atendiendo a decenas de niños con distintas necesidades en los campamentos sin problemas. Este punto lo desconoce Carolina Gómez, pero ha desvelado que la coordinadora con la que estuvo en contacto le dijo que no estaban preparados ni capacitados para tratar a niñas como Inés.
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