Investigaciones revelaron que “El Pez” fue enviado con otros sicarios por uno de los jefes de La Familia Michoacana para que tomara el control de la región limítrofe con Guerrero, que componen las alcaldías mexiquenses de Bejucos, Luvianos, Tejupilco y Tlatlaya, mismos sitios en donde se encuentra el CJNG.
“El Pez” y los 18 sicarios que llegaron a “limpiar la zona” fueron responsables de la ola de secuestros que a principios de la década pasada se desató en Valle de Bravo; probablemente la zona más exclusiva y la de más violencia en la entidad mexiquense, gracias a la presencia de este grupo armado.

José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Fresa” y Johnny Hurtado Olascoaga, alias “El Pez”, presuntos líderes de la Familia Michoacana, son los dos criminales más buscados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), con una recompensa de 500.000 pesos por cada uno.
Informes recientes señalan que, en su lucha con el CJNG, “El Pez” se ha aliado con José Rodolfo Maldonado Bustos, alias “Don José”, quien es el cabecilla de un poderoso grupo criminal que controla algunas zonas de Guerrero y Michoacán, y que en el pasado fue acusado del asesinato del alcalde Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte.

La guerra entre La Familia Michoacana y el CJNG

Las autoridades ubican su zona de operaciones entre los siguientes municipios: Tejupilco, Luvianos, Amatepec, Tlatlaya, Almoloya, Zacualpan, Tenancingo y Sultepec. Sin embargo, desde noviembre del 2019 se ha identificado un desplazamiento considerable de sus tropas hacia Guerrero.

Entidad donde actualmente le disputa al CJNG el control de los cultivos de amapola, las minas, el robo de vehículos, y los secuestros que tienen como objetivo financiar la disputa del grupo criminal en aquel estado. Según informes “El Pez” había sido detenido en 2013 por elementos de la policía, pero versiones extraoficiales señalan que lo dejaron ir.