Luego de estar 16 años con los Angeles Chargers y entrar en la agencia libre, el quarterback Philip Rivers llegó a los Indianapolis Colts para continuar lanzando ovoides en los emparrillados de la NFL.
Luego que se le involucrada públicamente por semanas con Indianapolis, Philip Rivers, el quarterback es oficialmente un Colts, luego que en febrero los Chargers anunciaron que su mariscal de campo franquiciado entraría en la agencia libre.
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Con Rivers firmando un contrato de un año la semana pasada por un total de 25 millones garantizados, como informó Tom Pelissero de NFL Network. El quarterback reiteró este fin de semana que estaba seguro de que todavía tenía balas en su brazo derecho. Pero también reveló que estaba considerando retirarse si no presentaba una oferta en esta temporada baja, presumiblemente para comenzar.
“Creo que realmente donde nos instalamos es que todavía me encanta jugar, ciertamente no viene de mi mejor año en 2019, pero sé que todavía puedo jugar a un alto nivel”, dijo Rivers en una conferencia telefónica con periodistas este fin de semana.
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Philip Rivers tiene brazo para rato

Los Colts le ahorraron la incertidumbre, reuniendo a Rivers con Frank Reich y Nick Sirianni, quienes se desempeñaron como su entrenador de quarterbacks en diferentes puntos de San Diego, y Reich también cumplió con los deberes de OC durante dos temporadas (2014-15).
Rivers promedió 30 pases de touchdown y 15.5 intercepciones durante esos años, y lanzó para un total de 4,792 yardas en 2015. En cuatro temporadas desde entonces, las yardas de Rivers, los touchdowns y el porcentaje de finalización no han fluctuado mucho, pero sus INT han aumentado a 20 en dos ocasiones, incluido el año pasado.
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“Si me siento bien, seguiré adelante. No quiero dejarme llevar. No me verás en el rango de Tom Brady. Todavía siento que puedo ayudar a un equipo de fútbol a ganar un campeonato”, concluyó.