Desaceleración marcada desde el tercer trimestre, por Estados Unidos. Solo habrá un dato negativo en el segundo cuarto de 2023, de 0.1 por ciento, estimó estimó el economista jefe de Barclays para México y Latinoamérica, Gabriel Casillas.
El Producto Interno Bruto (PIB) de México registrará un crecimiento de 2.5% este año, que incorpora una desaceleración marcada hacia la última parte del año, estimó el economista jefe de Barclays para México y Latinoamérica, Gabriel Casillas.
El experto anticipa un avance de 0.7% anual en el PIB del tercer trimestre, que sería confirmado este lunes por el Inegi y una desaceleración más marcada para el último cuarto, que quedaría en 0.1 por ciento.
De visita en México proyectó que el año entrante, la actividad mexicana seguirá moderándose para arrojar cero crecimiento en el primer trimestre y un desempeño negativo en 0.1% para el periodo abril junio.
Este panorama arrojará un avance de 0.9% para todo el año 2023, que será resultado de la recesión en la que sí caerá Estados Unidos, pronosticó.
En conferencia de prensa, subrayó que la relocalización de empresas hacia el norte de México es una realidad que comenzó a observarse desde el año pasado.
Tal como lo explicó en exclusiva a El Economista la semana pasada, destacó que la Inversión Extranjera Directa que se observó en 2021, de 31,700 millones de dólares incorpora nuevas inversiones atraídas por la cercanía al mercado estadounidense.
Para este año, el dato de la IED al primer semestre, cercana a 28,000 millones, también es una evidencia de que están llegando inversiones en fierros, afirmó.
Si la administración cambiara la retórica hacia las empresas, estos números podrían llegar a 50,000 millones, estimó.
PIB sexenal de cero, por pandemia
Estimó que el PIB de todo el sexenio será cercano a cero, pero matizó que el 80% de este resultado es atribuible a la pandemia. Cualquiera al frente del país habría tenido un resultado similar con la pandemia, afirmó.
Destacó que México sobresale entre sus pares emergentes de América Latina por la estabilidad de sus finanzas públicas, por la institucionalidad del Banco de México y ahora, en el contexto de la incertidumbre mundial por la invasión de Rusia a Ucrania, también destaca por su acuerdo con Estados Unidos.
Muchos llaman la relocalización de empresas como nearshoring. Otros también lo llaman Friendshoring. Y qué mayor cercanía puede tener un proveedor del mercado más grande del mundo, si llega a un país que es su frontera del sur y cuenta con un acuerdo comercial, preguntó.
Pese a prever cuatro trimestres de actividad cercana a cero, descartó calificarlo como una recesión. Para eso está el Comité de Fechado de Ciclos Económicos y ellos se pronuncian solo dos veces al año, y actualmente están revisando todavía la información anterior, refirió.
Recesión larga para bajar inflación de EU
El experto considera que la única forma para revertir la inflación de Estados Unidos, será propiciándole una recesión. A diferencia de la registrada en 2020, la que viene será menos profunda, pero más prolongada para garantizar que se abatirá la inflación, observó.
Proyecta que Estados Unidos registrará un PIB de 1.7% este año que se contraerá en 0.1% para 2023.
No estamos en frente a una recesión de EU como la de 2008 y 2009, con bancos quebrando, ni tenemos una caída aguda por enfrentar a un virus desconocido como fue la de 2020. Hoy estamos contra una inflación para la que tienen que enfriar la economía, por un periodo de tiempo para dejar la presión inflacionaria bien atrás.
Uno a uno con la Fed
Para enfriar a la economía de Estado Unidos, vía política monetaria, prevé que la Fed dirigirá otros dos incrementos en la tasa de 75 puntos cada uno, lo que dejará la tasa a fin de año en 4.50 puntos.
Y prevé un incremento adicional de 50 puntos para la reunión del 31 de enero próximo, con lo que estima llegará la tasa a 5.25 por ciento.
El Banxico debe seguir emulando a la FED, porque el canal más eficiente de transmisión de la política monetaria en México, es el cambiario. Y el diferencial de 600 puntos entre las dos tasas ha sido determinante para mantener al peso mexicano estable. Por tanto, no se puede desacoplar.