Portugal remonta con Cristiano Ronaldo y Francisco Conceição; jugarán la final de la UEFA Nations League
🔸 Los jugadores lideraron una remontada épica de Portugal ante Alemania.
#DEPORTES | Separados por 18 años, Cristiano Ronaldo y Francisco Conceiçao cambiaron el devenir de Portugal en los últimos meses, sortearon el 1-0 en contra de Florian Wirtz, completaron la remontada en apenas cinco minutos, doblegaron a Alemania 25 años después y aguardan rival en la final dominical de la UEFA Nations League.
Comprometidos, sin apenas una sola oportunidad antes en todo el encuentro en el Allianz Arena de Múnich, cuando el marcador lo proponía contra las cuerdas, al borde de una nueva decepción, el extremo de 22 años firmó el 1-1 con un golazo, en el 63, recién entrado al campo, y el delantero de 40 remachó el 1-2 a pase de Nuno Mendes, en el 68.
La diferencia de un partido que pareció de Alemania hasta entonces, pero perteneció a Portugal desde el 1-1 y más allá, cuando el conjunto de Roberto Martínez se liberó de todas las precauciones que implican su irregularidad reciente, consciente de una carrera contra el tiempo y contra el resultado de la que salió vencedor. Incluso, después, mereció más goles. Ter Stegen lo impidió. Ahora, en la final, España o Francia. Lamine Yamal o Kylian Mbappé.
El mérito de Portugal fue la reacción. También de su portero Diogo Costa, vital antes con dos paradas. A Alemania le pesó la responsabilidad. Si el equipo luso despertó a contracorriente, el conjunto germano se quedó en nada cuando sintió el triunfo más cerca que nunca, al calor de su público, con el 1-0 en el marcador que había anotado Wirtz.
No alcanzó justo antes Cristiano Ronaldo un centro desde la banda izquierda de Nuno Mendes al minuto y medio de la reanudación. Por centímetros. Y golpeó a la siguiente acción Alemania, con una genialidad de Kimmich, un pase picado que tantas veces ha protagonizado en el Bayern y que remató Wirtz junto al poste, imposible para Diogo Costa, entre las protestas de los jugadores portugueses, especialmente de Ruben Dias, que se sintió estorbado en el recorrido del centro en parábola por Woltemade, en posible fuera de juego. El árbitro lo vio y lo confirmó. Gol. El 1-0. Minuto 48.
La prueba de fuego para Portugal, que resurgió con un golazo de Francisco Conceiçao. Entrado al campo en el minuto 58, como Vitinha, no sólo fue su explosiva jugada desde la derecha hacia dentro, sino su fenomenal definición: la pegó con la derecha, con el interior del pie, para darle la parábola exacta para sortear a Ter Stegen y alojarla en la red. Fantástica.
Cristiano Ronaldo remachó un centro de Nuno Mendes para marcar el 1-2 en el minuto 68, al límite del fuera de juego, entre la incertidumbre de la comprobación de su posición, hacia la final de la Liga de Naciones.
Una remontada fulminante. Antes fue mejor Alemania que Portugal. Desde el principio hasta la hora de encuentro. Abierta la ofensiva por Leon Goretzka, Pedro Neto, pura velocidad en Portugal, fue la única respuesta inicial del equipo luso. Al vértigo, desbordante, le falta constancia. Como también le faltó remate entonces a Cristiano, fácil para Marc André Ter Stegen.
El portero, de vuelta a la titularidad y a la competición con Alemania casi nueve meses después, solventó con éxito su primera prueba. Un aviso.
El equipo germano sufrió al inicio por sus bandas, en cada pérdida, en cada invitación al contragolpe del conjunto dirigido por Roberto Martínez, diseñado para la incisión vertical entre los tres centrales.
Cuando Alemania lo subsanó, interrumpió la conexión entre Vitinha y Bernardo Silva con Neto, Bruno Fernandes y Trincao, se sintió aliviada, tan protegida como convencida de su control del encuentro, mucho más cerca del partido preparado por Nagelsmann que por Roberto Martínez, pero frustrado por la figura del portero Diogo Costa, crucial para sostener el 0-0 en la primera parte.
No hubo penalti sobre Pavlovic, ‘desmayado’ en el área. El rechace lo embocó hacia la portería Nick Woltemade, el espigado delantero de 23 años del Stuttgart, 198 centímetros de altura, en el foco del Atlético de Madrid y en su debut con la selección absoluta, tras cumplir todas las etapas por las categorías inferiores. El atacante del Stuttgart avistó el gol con la expectativa de un juvenil, el guardameta lo paró con la jerarquía de su nivel.
Su vuelo, allá por el minuto 20, no fue único. Instantes después necesitó más, lanzado a ras de suelo, con una fenomenal mano derecha para repeler el mal intencionado remate de nuevo de Goretzka, pero, sobre todo, para contener el momento de Alemania, antes de la contestación de Portugal, dentro de ese duelo que impide la creencia absoluta en nada.
Alemania lo comprobó. Cuando enfrente hay jugadores como Bernardo Silva, Bruno Fernandes, Nuno Mendes o Pedro Neto (Vitinha fue suplente) cualquier seguridad es discutida en cualquier detalle, como en el centro largo del lateral campeón de Europa del París Saint Germain a la velocidad del extremo del Chelsea que frenó Robin Koch. Clave.
Portugal debía ofrecer más entonces. Tiene recursos de sobra. Pero sus altibajos de los últimos tiempos lo prevenían. Sólo había ganado cinco de sus últimos once choques antes de su visita a Múnich, apenas dos de los cinco más recientes o tan solo uno de sus últimos siete desplazamientos. Un aviso, una carga y un estímulo para la reacción y la remontada, desatada justo cuando se vio perdedor, con dos goles y carácter. A la final de la Liga de Naciones.