“El Colegio es relevante pues tiene importante voz en dilemas internacionales, por lo que es un honor pertenecer al grupo de miembros en el tema de bienestar animal”, comentó la investigadora quien ahora es considerada miembro de la organización europea.
Para certificar a sus integrantes, además de un currículum con aportaciones al área, esta institución -creada en 2015- aplica pruebas rigurosas que incluyen la realización de una residencia, cursar materias y exámenes escritos y orales, la publicación de artículos en revistas indexadas, entre otros aspectos.
“Son tantos los requisitos, y el Colegio es relativamente nuevo, que nadie había cubierto todos los requisitos, entonces soy la primera en pasarlo”, comentó la experta en cuidado de animales de granja.
Los miembros del ECAWBM, perteneciente a la Junta Europea de Especialización Veterinaria (EBVS, por sus siglas en inglés), son reconocidos por su trabajo en el bienestar animal desde la ética, la ciencia y el marco legal, además de la medicina del comportamiento, por lo que quienes deseen integrarse deben someterse a un programa de capacitación extenso y definido en estas disciplinas.
La médico veterinaria zootecnista egresada de la UNAM explicó que para validar el conocimiento de una persona en bienestar animal el Colegio pide experiencia práctica clínica, la elaboración de 160 reportes de casos a lo largo de cuatro años, lo cual realizó mientras efectuaba sus estudios de doctorado en la Universidad de Guelph, en Canadá, bajo la tutela de la experta Patricia Turner.
“Durante cuatro años trabajé en el departamento de Patobiología de la Universidad Guelph, para completar mi grado de doctorado y colectar los casos clínicos para la certificación. No fue sencillo, ya que el proceso estaba enfocado para médicos veterinarios europeos con doctorado, me exigieron más casos y otros requisitos por no haber estudiado en Europa, pero eso no me detuvo y el objetivo se logró”, aseveró.