Autoridades locales de la ciudad de Lund en Suecia han esparcido estiércol de aves de corral en las zonas verdes y parques de su territorio para que las personas se queden en sus domicilios y así se pueda evitar la propagación y contagio del COVID-19.
Esto porque el 30 de abril se suele festejar la tradicional “Noche de Walpurgis”, una fiesta pagana, y las autoridades de la ciudad de Lund optaron por realizar esta inusual manera para desalentar a los lugareños de celebrar en las calles y así evitar los contagios por COVID-19.
Gustav Lundblad, encargado del departamento medioambiental de la ciudad, dijo a la agencia AFP: “El estiércol a base de excrementos de pollo huele fatal. No es muy agradable sentarse con una cerveza y respirar semejante olor”.

Para evitar fiesta pagana esparcen estiércol en parques de Suecia

Por su parte, las autoridades locales afirman que además de mantener a las personas lejos de los sitios donde suelen concentrarse en esta fiesta pagana, esta medida también servirá para fertilizar las zonas verdes de los parques.

Trasciende señalar que esta festividad tiene su origen en los tiempos previos a la expansión del cristianismo por Europa, cuando la cultura germánica festejaba el inicio del verano en fechas cercanas al primero de mayo, pues la llegada de días más largos y menos hostiles era motivo suficiente para ahuyentar el invierno con toda clase de ritos.

Cada noche del 30 de abril al 1 de mayo, miles de personas en Suecia y varias partes de Europa emprenden el viaje hacia las montañas y son recibidas por “brujas”, que junto con el demonio, no pueden faltar en esta fecha.

La fiesta comienza con un baile de brujas, y tras enciender una enorme hoguera comienzan a retumbar los tambores. Extinguidos los fuegos artificiales de la medianoche, se le da la bienvenida a quien traerá consigo la salud y la fecundidad, a la sucesora de todas las brujas malas: la Reina de Mayo.