El equipo de investigación económica de S&P Global Ratings estima que México conseguirá un crecimiento de apenas 0.8% en el 2023, expectativa que está debajo de 1.9% que previeron ellos mismos en junio.
La evolución de la economía de Estados Unidos es el riesgo clave para América Latina, particularmente para México que depende en gran medida de aquel país para venderle sus productos manufacturados, explicaron.
Al interior del reporte trimestral “Panorama Económico para América Latina” detallaron que un débil crecimiento económico en el contexto de una recuperación incompleta en el mercado laboral tras la pandemia y con una inflación al alza, implica presiones políticas y sociales, por lo que un mayor apoyo fiscal sería necesario.
Asimismo, advirtieron que los riesgos para el pronóstico están inclinados principalmente a la baja, pues están vinculados a la evolución de la economía de Estados Unidos.
Asimismo, explicaron que una caída de 5% en las exportaciones de bienes reales hacia Estados Unidos restará 1.4 puntos de crecimiento al PIB de México y acotaron que en el 2009, la caída de las exportaciones hacia aquel país fue de 10 por ciento.
Lo que podría soslayar este impacto sería el flujo de remesas, pero advirtieron que el panorama está lleno de incertidumbre.
En episodios anteriores de debilidad económica en Estados Unidos, el flujo de remesas hacia México cayó. Ese fue el caso en el 2009, cuando se presentó una caída anual de casi 4,000 millones de dólares respecto del flujo observado el año previo.
Sin embargo, durante la pandemia, las remesas aumentaron en el equivalente a 1% del PIB.
Más allá del 2023, el equipo de investigación de la agencia espera una tasa de crecimiento inferior al crecimiento estructural que suele ser 2% “debido a los bajos e ineficientes niveles de inversión”.
Aterrizaje forzoso de EU
“Existe una incertidumbre significativa con respecto a la trayectoria de la economía de EU por la combinación de una inflación muy por arriba de la meta y el compromiso de Fed de controlar la inflación mediante el endurecimiento agresivo de la política monetaria”, destacaron.
Resaltaron que “un aterrizaje forzoso de la economía de Estados Unidos” tendrá implicaciones negativas para toda la región de América Latina a través de condiciones más restrictivas.
Explicaron que “entre las principales economías de la región, la nuestra será la más afectada, pues las exportaciones hacia EU representan casi 28% del PIB de México.
Tasas altas en el 2023
Explican que los mayores bancos centrales de la región mantendrán las tasas en niveles altos la mayor parte del 2023 y que será hasta el último trimestre del año próximo cuando podrían comenzar a reducirlas.
Como se recordará, los primeros bancos centrales emergentes que subieron las tasas en el ciclo mundial alcista fueron Brasil en marzo de 2021 y México en junio de 2022.
En el análisis ponen de relieve que las economías apenas estaban recuperándose del impacto de la pandemia y que la demanda doméstica, especialmente del sector servicios, seguía operando significativamente debajo de su capacidad.